sábado, 5 de diciembre de 2009

Personajes ilustres de Las Pedroñeras: José María Álvarez Mendizábal

Hijo de D. Juan Álvarez-Mendizábal y Cañabate (m. 1923), nació en Las Pedroñeras el 14 de Agosto de 1891 y murió aquí mismo el 21 de Febrero de 1965. Se presentó a las elecciones de junio de 1931 por la candidatura del partido llamado Conjunción Republicano-Socialista por Cuenca. Unos años más tarde (y unos meses antes de comenzar la Guerra Civil) llegaría a ser Ministro de Agricultura por el partido Radical (entre el 30 de diciembre de 1935 y marzo de 1936, con el gobierno que presidió Manuel Portela), siendo así el primer ministro conquense desde 1883, sucediendo en el cargo a Joaquín de Pablo-Blanco Torres. En 1936 se presentó como independiente.
Éste personaje fue bisnieto del conocido desamortizador decimonónico (que casualmente ahora estamos estudiando), cuyo hijo (y abuelo de D. José María), Rafael, se casara con la adinerada pedroñera Salomé Cañavate Peña (los cuales comenzaron a habitar la casa-palacio que se encuentra en la calle General Borrero, al lado de la Plaza de la Reina ("la Placeta").

Extractamos del artículo escrito por el diario "República" sobre el mitin celebrado en el Teatro Cervantes de Cuenca, en fecha de 15 de Junio de 1931:

"La monarquía venía ejerciendo un poder totalmente personal. Decía para justificarse que el pueblo español era totalmente incapaz de vivir en régimen de libertad, que la república era inadaptable. El rey o el caos se decía. Pero llegó el 14 de abril y el pueblo derrotó a la monarquía; con la ley en la mano hundió un edificio de muchos siglos. Pero aún hay una prueba de civismo y de cultura. En Cartagena, en Cádiz, en El Escorial, la familia hasta entonces Real (se refiere a Alfonso XIII) marcha al extranjero en medio de la mayor indiferencia del pueblo. UN pueblo así está en pleno derecho de gobernarse a sí mismo. Y esta obra es de la conjunción.
Y en estas condiciones, con un pueblo consciente de su destino histórico, vamos a la lucha teniendo enfrente a unos cuantos hombres sueltos, todo lo más a una amalgama heterogénea que se cubre con el denominador común de una acción que se llama nacional, pero que es una mala acción.
En contra del régimen instaurado se han dicho una porción de cosas. Se ha dicho que la quema de conventos fue obra de republicanos y eso no es verdad. Obra de extremistas y reaccionarios sí que fue. En Cuenca y muchos otros sitios no quemaron conventos y no es porque no hay republicanos, sino que a los republicanos éstos no estorban.
Se dice también que esos partidos de derechas vienen ahora en defensa de la religión, la propiedad y el orden, como si con la República hubiera algún riesgo de olvidar estas cosas o de no reducirlas a sus justos límites.
La religión se fortalecerá, pero reduciéndola a su verdadera y evangélica misión, separándolas de las mezquindades de estas luchas mundanas entre las que no gana nada.
La propiedad es un estímulo del trabajo y eso no lo quita una República, que ante todo quiere fomentar una actividad y el dinamismo de todos.
En lo que tal vez no estemos de acuerdo esen lo que se refiere al orden. Ellos quieren un orden extremo, el impuesto por la razón de la fuerza, no el de la fuerza de la razón, y ese no es el nuestro. Orden así hay también en un cementerio, pero es que aquí como allí falta el alma. Y eso no lo queremos nosotros. Orden, sí, pero por propia satisfacción de todos, por verdadero interés de la colectividad en no perturbar la marcha progresiva y ascendente de la vida social. Así queremos el orden, pero la violencia, no.
Y nada más, no existe ningún peligro. Hay tan sólo un justo anhelo de redención en el pueblo español que, dueño de sí mismo, se dispone a ganar la batalla definitiva en pro de la causa de la democracia"
Según articulo publicado por A.C.S en Las Pedroñeras.

Un saludillo, Rubén.

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